1. Ahorro medio de carburante del 15%.
2. Reducción del 15% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
3. Disminución de la contaminación acústica.
4. Mejora de la seguridad.
5. Aumento del confort en el vehículo.
6. Reducción del estrés del conductor.
7. Ahorro en costes de mantenimiento del vehículo: sistema de frenado, embrague, caja de cambios y motor…
¡Y todo ello sin aumentar el tiempo en el desplazamiento!